viernes, febrero 14, 2014

Dame una EME... dame una E...


Dicen los gurús corredores que la medalla de un maratón únicamente cuesta 42.195 Km y gran revuelo se está dando entre algunos corredores Mexicanos que sienten que los que no participaron en el Maratón de la Ciudad de México en el 2013 no son dignos de obtener la letra M para formar la palabra México de la serie de carreras.

El año pasado la controversia era si los corredores del Medio Maratón eran dignos de entrar a la misma meta del maratón en el Estadio Olímpico de CU y si también eran merecedores a la letra EME.

En el 2013 los organizadores decidieron diferenciar la medalla de medio y maratón completo poniéndole un listón de diferente color: amarillo para medio maratón y rosa para maratón. ¿Por qué no le ponen un listón de color diferente a la medalla de recuperación? Propongo el chiclamino. Así todos quedarán felices con sus medallas.

¿Que los organizadores están haciendo un negocio? Si, como todas las carreras temáticas en donde correr se está prostituyendo. El bolsillo de cada quien decide si le entra o no.

No estóy seguro que pasará con la EQUIS pero lo mas probable es que alguien la volverá a hacer de  pedo. El chiste es quejarse.

El gran problema del Maratón de la Ciudad de México es precisamente eso, que depende del Gobierno de la Ciudad a pesar que la logística está a cargo de una compañía privada y como cualquier cosa que organiza el gobierno es motivo de escarnio público.

Me pregunto por qué nadie se quejó del Maratón de Nueva York que decidió regalar las medallas del 2012 que no se entregaron debido a la cancelación de la carrera. Si habías estado inscrito en la carrera del 2012 y regresado para el 2013, te daban la medalla junto con tu paquete. Ni siquiera te preguntaban si la querías. Los gurús no se pronunciaron al respecto horrorizados de tremenda decisión de uno de los maratones mas prestigiosos del mundo.

Correr un maratón no nos hace superheroes. Desgradiadamente algunos confunden el orgullo con la soberbia. Se olvidan de la primera vez que salieron a correr. La medalla que recibes en el maratón vale un soberano cacahuate para todos los demás excepto para tí. Tu eres el que le das el valor. Eres el único que sabe lo que te costó ganarla, nadie mas. Como la rosa del principito, pues.

Haciendo un ejercicio de honestidad. ¿Estarías dispuesto a correr un maratón en el que sabes que jamás te darán una medalla y nadie se va a enterar? Solo por amor a correr, para conocerte, disfrutar, vivir y terminar con una sonrisa en la cara.

Si tu reafirmación como persona está basada en un pedazo de metal tal vez tienes que seguir buscando...

La Marmota