miércoles, febrero 29, 2012

2012 Cowtown Ultramarathon y 10K


A mi esposa

Ni en mis sueños guajiros me imaginé que iba a poder lograr dos PRs en un solo fin de semana. Mas aún después de haber corrido el Maratón de Austín una semana anterior.

Durante la EXPO del Maratón de Houston mi esposa y yo nos encontramos el stand del Cowtown. Había querido inscribirse en una carrera de 5K en donde les echan pintura y terminan todos embarrados. ¡Vaya por Dios!. Iba a ser durante el maratón de Austín así que no iba a poder ir.



Decidimos inscribirla en la carrera de 5K que se celebraría el día previo al Cowtown. La persona que estaba haciendo las inscripciones comentó que si corría la carrera de 10K el sábado me darían una medalla y otra adicional el domingo, por lo que me tocarían un total de 3 medallas por haber completado el "Cowtown Challenge". Mi esposa me pico el orgullo y me inscribí también a la de 10K.


La verdad no me inscribo a carreras menores a maratón porque los medios y aún las carreras de 10K son muy caras aquí en donde vivo. Las carreras de 10K andan por ahi de los $50-$60 dolares.  Antes que eso solo había participado en una carrera de 10K que fué la de San Silvestre en el DF en la que hice 55 minutos.

El plan era que ibamos a llevar a mi suegra y a una tía de mi esposa de regreso a San Antonio de donde partirían a la Ciudad de México el viernes. De ahí nos regresaríamos a Fort Worth en donde nos quedaríamos en un hotel. El viernes ya con todo y maletas arriba se animaron a quedarse un día mas y las llevaríamos después de las carreras del sábado.

Sábado - 10K

Desperté a las 5 AM y me preparé. Ya tenía todo listo. El clima estaba perfecto y la humedad era ideal. Algo falló. Hubo que subir maletas nuevamente al auto. Terminamos saliendo de la casa a las 6:10 AM y la carrera era a las 7 AM. Llegamos a Fort Worth a las 7:07 AM mas o menos. La salida estaba ya vacía. Había algunos corredores con bibs de 10K pero eran muy pocos. Los baños estaban vacíos. Hasta pensé que la carrera era a las 7:30 AM.

Después que salí del baño ví algunos pocos corredores que también llegaron tarde y que estaban cruzando la salida. ¡En la madre, ya salieron! Inicié la carrera a las 7:09 AM.

Había planeado, jurado y perjurado que esta carrera la iba a hacer muy tranquila. Igual y hasta la caminaba. Mi meta era solo completar la distancia porque no me quería cansar para el ultra. Comencé a correr para alcanzar a los últimos. Iban caminando. Me adelanté un poco mas a ellos y vi pace. ¡No manches! Iba rapido pero me sentía bien. Me dije - Inguesú, vamos a seguirnos -. Comencé a pasar. Había mucha gente y tenía que ir de un lado al otro buscando huecos. Llegó el momento en que el camino se hizo muy angosto y prácticamente no había espacio para pasar.


El sol nos pegaba de frente y no dejaba ver mucho. Me tocó ver a una corredora que se cegó por el respaldor del sol y no vió un hoyo. ¡Zaz! Azotó como res la pobre. Me regresé para levantarla y ver si estaba bien. Como siguió corriendo me seguí.

En la última milla me sentí muy bien. Llegué a la meta en 49:28. Yo creo que pude hacer menos tiempo si el camino no hubiera estado tan congestionado pero aún así estoy feliz.


Después de eso mi esposa corrió los 5K y llegó muy contenta. Me siento muy orgulloso de ella.

Al terminar las carreras nos fuimos rumbo a San Antonio. En el camino paramos para desayunar. Para no hacer el cuento largo. Entre las paradas al baño, comida y a cargar gasolina hicimos de ida y vuelta 12 horas. Yo estaba preocupado porque no había comido pasta. De regreso me comí una hamburguesa de Carl´s JR y en la noche un burrito de Taco Bell. Nada saludable. Llegamos a la casa después de las 11 PM y me fuí directo a dormir después de bañarme.


Domingo - Ultra 50K

El domingo me desperté a las 4 AM y ya no me pude volver a dormir. Me levanté y me comencé a preparar. Para no variar salimos de la casa poco después de las 6 AM y fuimos llegando a Fort Worth a las 6:50 AM. Nada mas me dió tiempo de pasar al baño. Estaba nervioso pero no me sentía cansado. Mi estrategia era llevarme un ritmo constante y no alocarme al principio como en veces anteriores. Me fijé una meta de 10:30 min/milla, tratando de no pasar de 11 min/milla.


El clima era perfecto. Como pude me metí en un corral. No sé en cuál sería. Estaba ya todo muy lleno.



En los primeros dos kilómetros había mucho tráfico. Ibamos muy pegados. Eso me ayudó a establecer mi velocidad a pesar que me sentía con energías para ir mas rápido.

En el kilómetro 10 ya iba sudando mucho. Estaba haciendo frío pero el sol nos pegaba. Nada comparado con el año pasado así es que no me quejo.



Los Stock Yards es una parte emblemática del recorrido. En ese lugar llegaban los vaqueros a intercambiar y comprar ganado. Ahora es un sitio turístico. En ese lugar esperaba encontrar a mi esposa como el año pasado.




Segui corriendo y justo en la milla 9 llegamos a la subida mas pesada de todo el recorrido. ¡En verdad no tiene madre!. Tiene una inclinación de al menos 10-12 grados y es larga. El año pasado me tomaron una fotografía muy padre desde ahi pero ahora el fotografo se pudo del otro lado. ¡Ni modo!.




Saliendo de esa subida mortal me sentí muy bien. Adelante me encontré al pacer del ultra de 5:30 horas y lo fui siguiendo. Me sentí muy bien hasta que por eso de la milla 22 se adelantó.



En la milla 25 se divide el maratón con el ultra. Ahi encontré a mi esposa que me estuvo viendo por varios puntos que fueron críticos. En la parte ultra de ida estuvo bien porque acaba de tomar la cocacola y aparte tenía el viento que me pegaba por la espalda. Hay que avanzar por un camino junto al río Trinity mas o menos 2.5 millas y luego de regreso al punto en donde se se separaron el maratón del ultra.


 En ese trayecto hay dos mesas de abatecimiento. La primera la cruzamos dos veces, de ida y vuelta. En ambas se portaron muy bien. Tomé cocacola y unos lacitos que me levantaron.



El regreso estuvo muy pesado porque el viento estaba pegando muy fuerte de frente. Por mas que corría me echaba para atrás así que decidí caminar mas o menos 1 milla.

En todo el trayecto estuve corriendo a la par de otra ultra mujer, era una corredora muy guapa que llevaba mas o menos mi mismo paso. Ella se adelantó cuando dejé ir al pacer de las 5:30 horas. En el camino de regreso de la parte ultra la volví a encontrar y la pasé.



Al reincorporame con la gente del maratón hay una subida. Ahi hay otra mesa de abastecimiento en donde tomé powerade. Era poco menos de la milla 30. A partir de la milla 30 sentí que me iban a pasar otra vez. No sé de dónde me salieron fuerzas porque la 1.2 millas que me faltaron las subí como si apenas estuviera iniciando la carrera. Me sentí muy bien.


Al dar la vuelta para correr la parte final de la carrera ví un ultra que iba adelante de mí. Decidí que iba a pasarlo y aceleré aún mas cuando de repente ¡Madres! Que sale mi cámara volando y que se bota la pila. ¡Madres! ¡Madres! ¡Madres!. Me detuve a levantar, cámara, pila y tapa de la cámara. Cuando levanté la cara ya estaba entrando la meta. Con la cámara en la mano y sin nadie cerca aceleré otra vez y crucé la meta sientiendome muy bien. ¡Le había bajado casi 38 minutos a mi récord personal de 50 kms!. No lo podía creer.


Recogí mi camiseta de Ultra Finisher, mi medallas, por haber terminado la carrera y otra por haber corrido las dos carreras el fin de semana.

Me siento muy feliz por haber vivido estas carreras. No me queda mas que agradecer a Dios y a mi esposa que estuvo ahí para apoyarme. Sin su ayuda no lo hubiera logrado. Terminé la carrera en 5:38:04 que se convirtió en mi nuevo PR de 50K.




La Marmota

martes, febrero 21, 2012

2012 Austin Marathon


Una semana antes de la carrera me enteré que mi suegra y las tías de mi esposa iban a viajar a San Antonio que está a mas o menos a 1.5 horas de Austin.

El viernes salimos mi esposa, Frida y Lucas con todo y cajas de cartón de huevo rumbo a Austin. Salimos tarde porque nos entregaron la camioneta del servicio hasta las 2 PM. Las tías de mi esposa y mi suegra venían con dirección a Dallas así que nos las encontramos en el camino.  En esta aventura también nos acompañaron mi suegra y una de sus tías. El viernes llegué a Austín muy cansado. Solo fuimos a cenar y me fuí a dormir.

El sábado me desperté temprano y nos fuimos a desayunar. Después de eso fuimos a recoger el paquete de corredor. Este año nos dieron una camiseta que esta muy padre, amarilla para maratón completo y negra para medio maratón. Además nos dieron una SPIband que me sirvió mucho. No nos dieron nada mas. En años anteriores me dieron una bag pack, y un portafolios para laptop además de la camiseta y una SPIbelt.


En la expo lo único que me compré fue un rodillo que había visto en la EXPO de Houston pero ahí no lo vendían.


Después de ahi nos fuimos a caminar un rato al río y de ahi nos fuimos a almorzar. Ya era tarde para almuerzo pero temprano para cena. Nos regresamos al hotel y ahi me quedé a descansar un rato. Ya cerca del anochecer nos regresamos al Downtown para ver la salida de los murciélagos y vaya sorpresa. También son migratorios y por estas fechas están en México de vacaciones. Estaba haciendo algo de frío y de ahí nos regresamos al hotel. Mi esposa, su mamá y tía salieron de compras. Yo me quedé a descansar. Ya cuando regresaron ya era muy tarde. Tuve que comerme lo que había quedado de mi pasta pero ya estaba helada.


En la noche no pude dormir muy bien. Me tocaron unos vecinos de habitación que se la pasaron hablando toda la noche. Cotorreando con los radios. Me desperté  a las 3:30 AM y ya no me pude volver a dormir.

A las 4:45 AM me levanté. El downtown lo cierran a las 6 AM así es que hay que llegar antes de esa hora para poder estacionarse. Tenía miedo que mi suegra y la tía de mi esposa se quedaran dormidas. Ellas nunca nos habían acompañado a un maratón.

La primera hora de mi día es muy importante. Mas aún el día de la carrera. La naturaleza no cooperó como debía por la preocupación de no estar listos a tiempo. Teníamos que sacar las maletas y ponerlas en el auto. Ya no nos daría tiempo de regresar al hotel. Me sentía indigesto. Desayuné muy ligero y eso hizo que me sintiera aún mas lleno.


Llegué al Downtown a eso de las 5:45 AM. Encontré los baños aún desocupados y ¡Nada!. Me lleva. Dejé mi bolsa en la paquetería y busqué a mi amiga Nori. Nos habíamos quedado de ver ahi para saludarnos. Estuve un rato ahí y pensé que tal vez los vería en la zona de corrales así que me fuí para allá.

Este año tampoco hubo fuegos artificiales en la salida. ¿Pues que pasó?. La que cantó el himno estuvo muy desafinada.


El clima estaba como a 8 oC pero con alta humedad. Los primeros 5 kilómetros comencé a sudar mucho. Además sentía una pierna muy tensa. En la primera milla tuve que pasar al baño. Falsa alarma. ¡Me lleva!.



Sigo pensando que este es el segundo maratón urbano mas demandante en los que he participado. Nada mas hay que ver el mapa de altimetria para comprobarlo.


A pesar de ir con una indigestión hice un buen medio maratón. Iba siguiendo al pacer de las 3:55 horas. Al separase el medio maratón del completo, alrededor de la milla 9 es donde comenza la parte mas demandante de la ruta: Subida tras subida. Uno no se recupera de la primera cuando viene la siguiente.


Después de la milla 14 todavía iba siguiendo a los pacers de 3:55 horas aunque se me habían adelantado unos cuantos metros. De repente veo enfrente de mi un corredor que se deja caer con un cara de dolor. ¡En la madre! De inmediato me detuve y le pregunté que tenía. No hubo respuesta. Ví inmediatemente que estaba teniendo unas contracturas super-hiper-cabronas-de-su-pinche-madre. Nada mas de verle las piernas hasta a mi me dolió. Estaban hechas unos nudos. Me dió mucho coraje que ningún otro corredor se detuvo a ayudar. Le pedí que respirara profundamente y le estiré la pierna e hice un masaje hasta que el calambre desapareció. Estuve como 15 minutos platicando con él y creo que lo que sucedió es que no estuvo tomando suficientes electrolitos. Le regalé unas cápsulas de SaltStick y lo llevé caminando hasta el siguiente puesto de abastecimiento. Afortunadamente no estaba muy lejos. Me dió las gracias. Su nombre era Rudy y venía de Houston. Era su séptimo maratón y la primera vez que le pasaba eso. También había corrido el maratón de Houston. Según sé si terminó el maratón. Eso en realidad me da mucha alegría. Ya con eso valió la pena esta carrera.



De regreso a mi carrera conmencé a sentir el estómago cada vez mas inflamado. Seguí corriendo aunque un poco mas lento. En cada estación de abastecimiento veía la fila del baño larga y prefería seguirme.


Por fin en la milla 23 vi unos baños vacíos y dije de ¡aquí soy!.



Sin llegar a los detalles técnicos perdí como 10 minutos en esta parada técnica. Después de esto no pude correr porque sentí rozadura en la entrepierna. ¡Madres!. Tuve que irme muy tranquilo hasta la milla 24 en donde agarré una buena cantidad de Vaselina y ¡como vas! Me la tuve que aplicar en la parte afectada.

Eso me permitió que pudiera volver a correr normalmente hasta que llegué a la subida final en los últimos 800 metros. Ahi si de plano los caminé. Al llegar a la parte de arriba comencé a correr y me sentí muy bien al terminar la carrera.



Al llegar me dieron una botella de agua, un vaso de gatorade, un gatorade fase 3 con proteína, un plátano, una bolsa de papas y también había pan pero no agarré. Además nos dieron un vaso de silicón en lugar de la esperada camiseta de Finisher.


Me fuí a recoger mis cosas en la paquetería. Me senté en la banqueta para quitarme los tenis y ponerme los crocs. Estaba en eso cuando un corredor me preguntó en español. ¿Eres gargal?. Estuvimos platicando. Resulta que me conocé de unos videos que he puesto en youtube y tambíén ha leído este blog. Si lees este mensaje mandame tus datos para estar en contacto. El es un corredor que vive en Austín.

Mi nuevo amigo me acompañó a recoger una medalla que me dieron por haber corrido los tres maratones mas importantes de Texas en una misma temporada: El Dallas White Rock Marathon, Houston Marathon y Austín Marathon. No tenía idea ni había escuchado antes de esta medalla.

Todavía tenía esperanza que nos diera nuestra camiseta de finisher y seguimos caminando cuando de repente me encontré a mi amiga Nori. Ya iba de regreso a su hotel. En esta ocasión corrió el medio maratón  e hizo PR! En este recorrido demandante no puedo mas que expresar mi admiración. ¡Lucas y Frida pudieron saludarla por fin! De verdad me dió mucho gusto verla aunque haya sido unos minutos.


De regreso al auto caminé como 1 milla en sentido contrario de la ruta. Me dió gusto ver a muchos corredores que iban llegando subiendo por la pendiente final. Les gritaba para darles animo.

A pesar de las complicaciones de la ruta y los malestares estomacales me queda un buen sabor de boca de este maratón. Es la tercera vez que lo corro y si Dios quiere regresaré en el 2013.


La Marmota


Marathon (2012 Livestrong Austin Marathon) from Jordan J. Miller on Vimeo.

martes, febrero 14, 2012

Lucas y Frida















Este blog lo comencé a escribir hace mucho tiempo. En realidad únicamente puse las dos fotografía y lo abandoné.

Lucas y Frida llegaron a mi vida después de haber tenido la perdida de mi Linucus. Había decidido que jamás iba a tener otro perro, sentía que querer a otro sería como traicionar el amor a mi hijo-perro.

Después de pensarlo unos meses sentí que era necesario ayudar a otro perrito. No quería a ninguna hembra. Comencé a investigar en las páginas de adopción como Petfinder. Encontré a un perrito que estaba en una casa temporal en Houston. Apliqué y me pusieron miles de requisitos. Cuando por fin se suponía que ya podíamos adoptarlo llegó el problema de ir por él. La señora que lo tenía en su casa nos dijo que iba a venir a Dallas. Dejamos de recibir noticias. Aunque le escribiamos no nos contestaba. Nos desconrazonamos y volví a buscar.

En la misma página encontré unos perritos yorkies que estaba en un albergue que nos quedaba en una Ciudad llamada Waterford, TX. Mas o menos a dos horas de mi casa. La perrita se llamaba Sussy y el macho Simba. Tenía algo así como 6 años. Estaban en un albergue particular. Contacté por correo a la persona que tenía el albergue y como ya tenía todos los papeles se los envié.

La respuesta me sorprendió: Me dijo que todos los papeles estaban bien. Sussy y Simba habían sido rescatados de un Puppy Mill, un lugar en donde tienen perros en condiciones deplorables con el único propósito de que tengan cachorritos para su venta. Los animales viven sin atención ni cariño.

Resulta que Sussy había tenido cuatro cachorritos y la señora me dijo que si estaba interesado podíamos adoptarlos.

También me mando la dirección y me dijo que de estar interesado tendría que ir ya porque si no los adoptarían los primeros que llegaran.

Sin perder tiempo le llamé a mi esposa y le conté lo que sucedía. Yo estaba trabajando. Ella se fue corriendo al cajero y se fue corriendo al albergue.

Yo estaba emocionado pero estaba muy ocupado y no podía acompañarla. Después de un tiempo me llama y me dice: "¿Ya llegué y los ví, están muy bonitos, pero podríamos adoptar dos?"

El resto es historia. Solo recuerdo la primera vez que los ví y tomé sus primeras fotografías cuando llegaron a la casa.

Primera foto de mis Gordos


Frida
Lucas
Frida (Izq) - Lucas (Der)
La primera comida en su casa


Solo le pido a Dios que sus papás Sussy y Simba, y sus otros dos hermanitos hayan sido adoptados por una familia que los ame tanto como yo amo a mis dos gordos.

La Marmota

lunes, febrero 13, 2012

Yurbuds : Mi veredicto


¿Quién no se ha enojado cuando va corriendo muy concentrado escuchando música cuando de repente sientes un tirón del cable de los audifonos y estos se salen de tus oidos?. ¡Madres y mil madres! Tienes que detenerte para agarrarlos y volverlos a poner. Esto pasa mas seguido cuando vas corriendo y chorreando de sudor.

Yurbuds promete evitar estas penalidades evitando que los audifonos se salgan de los oidos. Los Yurbuds no son otra cosa que unos pedazos de plástico suave que se ajustan a los aufonos. El contorno de estos se ajusta a la forma del oido evitando que estos se saltan.

¡Pero hay unos mas orejones que otros! Ah, para eso hay Yurbuds de varias medidas. ¿Cómo se que medida soy?. Aquí viene el primer problema. Compré mi primer par de Yurbuds en la tienda local de corredores. Al ser distribuidor tienen una especie de medidor con el que supuestamente te dicen que tamaño. Me vendieron unos falla 5.

Otra forma de medir es enviarles una foto del oido junto con una moneda para deferencia. Esta foto se sube a la página web y ellos te responden con tu medida.

Total, probé los talla 5 y se me caían. ¡Madres! En la Expo del White Rock Marathon le pregunté al stand por qué sucedía esto. Me midió y me dijo, es que eres talla 6. ¿Entonces?. Buscó si tenía unos talla 6 para cambiarme los míos aunque no los llevaba.  No encontró esa talla, al parecer es la mas vendida y me dió unos talla 7. No me los cobró. Total, entonces soy 6 o 7. Me puse los 7 y funcionaron bien. Los sentía un poco voluminizos peor no se salían como los primeros.

Corrí el White Rock Marathon y que se me salen los audifonos mientras iba corriendo. ¡No manches! No me quise poner el audifono de nuevo y me seguí corriendo con solo uno. En eso siento algo en mi oido me agarro y era el méndigo Yurbud. Había cumplido con su cometido. Se había quedado en mi oido aún cuando el audifono si se salió. ¡Vale gorro!

Para acarla en los últimos metros de ese maratón hice mi sprint final y se me salen ambos Yurbus de los oidos y estos salen disparados. No los volví a ver.

Mi curiosidad maléfica me hizo pensar que posiblemente serían los audifonos. Había que echarle la culpa a alguien. En esta ocasión me compré la versión del Yurbuds talla 6 con todo y audifonos incluídos. Corro el el maratón de Monterrey y se me salieron nuevamente en los últimos metros aunque no se perdió. ¡Me lleva!

En uno de los maratones de año nuevo, uno de los Yurbuds se perdió después de la carrera. Se botó del audifono.


Ahorita lo tengo uno con el tamaño 6 en el oido derecho y el izquierdo con uno 5 del par original que había comprado. Los Yurbuds ya tienen una rajada que hace que el audifono se salga del chupón.

En la EXPO del maratón de Houston les dije y no me quisieron ayudar. Me dijeron que tenía que comprar unos nuevos.

En resumen, no les recomiendo esta madre. No gasten su dinero. Si saben de algun otro producto similar que si sirva aviseme.

La Marmota


viernes, febrero 10, 2012

Lo que viene para cerrar Febrero


Ya tengo planes para cerrar Febrero con carreras. Hace tres semanas de mi último maratón y ya estoy ansioso. Iba a inscribirme a la carrera del Chocolate para este fin de semana para correr 15 KM, lo mismo que tengo programado entrenar. Por desgracia la carrera ya esta llena. Estuve indeciso a inscribirme porque siento que $65 dólares es un costo excesivo para una carrera de esa distancia. Es lo mismo que cobran en un Ultra. De cualquier forma voy a dar una vuelta en el lago por mi cuenta.

El 19 de Febrero voy a correr por tercera vez el Maratón de Austín. Es una de los maratones urbanos mas difíciles en los que he participado por el número de colinas de esa ciudad. De cualquier forma estoy emocionado. Pongame un recorrido interesante, suficiente hidratación y soy feliz.

El 25 del mes me inscribí a una carrera de 10 KM. No pienso hacer un super tiempo. Me lo voy a llevar sumanente tranquilo porque al día siguiente voy a correr mi primer ULTRA de este año: el Cowtown 50 KM. Al correr la ambas carreras en un fin de semana me voy a hacer acredor de una medalla adicional como parte del Cowtown Challenge.

Todavía no tengo ninguna inscripción para Abril aunque ya tengo varias en la mira. Mi idea es inscribirme a otro ULTRA pero en trails. Ya veré que me depara el futuro inmediato por mientras estoy emocionado y esperando a pararme enfrente de la salida para comenzar a correr. ¡Que felicidad!

La Marmota

martes, febrero 07, 2012

21012 Houston Marathon - Parte 2


El día del maratón me desperté a las 5 AM. Me cambié la cinta Kinesio para proteger el flexor de la cadera. Afortunadamente no me dolía. Afuera estaba haciendo algo de frío pero me ayudó mucho la sudedera de medio uso que había comprado la noche anterior.

No tuvimos problemas para llegar al centro de convenciones que donde los corredores se preparan. Me bajé del auto mientras mi esposa regresaba al hotel. Al llegar encontré una fila de baños vacíos y pasé sin demoras. Entré al centro y estaba aún muy vacío. Sería poco antes de las 6 AM.

Me fuí a un rincón y me acosté en el sueño. Puse mi bolsa de corredor como almohada. Estaba descansando muy rico cuando un grupo musical comenzó a hacer una escandalera y las bocinas estaban dirigidas a donde estaba yo. Que pinche escandalo!



Lo único malo fué que dentro del centro no estaban abiertos los baños. Tuve tiempo para desayunar. Compré unas bolsas con porciones individuales de crema de cacahuate muy buenas. También me tomé un Gatorade.


Llegó el momento dejar mi bolsa en la paquetería. Ví que a algunos corredores los estaban pesando y les ponían un sticker en su bib. No quise investigar aunque al final me enteré para qué era.



Al salir del centro ya me urgía volver a visitar los baños. Me formé en una línea. Estaba esperando mi turno cuando ¡Madres! Junto de mi un corredor azotó como res. Se dió un buen golpe. Lo ayudé a levantase y le pregunté si estaba bien. De la pena me dijo que sí y se fué rapidamente. Minutos después otra persona se volvió a tropezar en el mismo lugar pero no se alcanzó a caer. ¡Me lleva!.

Después de pasar al baño me dirigí a mi corral. En este maratón hay dos corrales, el corral A y el abierto. A mi me tocó en el corral abierto. Iba camiando hacia allá cuando me encontré al pacer de 4:15 horas. Me le pegué.

No pasó mucho tiempo antes de comenzaramos a movernos. ¡Había comenzado la carrera!



Tan pronto comenzamos la carrera volví a sentir esa presión horrorosa que avisa que hay que visitar el baño ¿Otra vez?. ¡Me lleva!

En la milla 2 mas o menos hice la parada ténica obligatoria y afortunadamente no hubo nada de gente. El clima estaba perfecto y me sentía muy bien. Me dió tiempo de alcanzar al pacer de las 4:15 y pasarlo.

El maratón es muy plano, los corredores de medio maratón se separan en la milla 9.


En la milla 14 pasamos junto al hotel en donde estaba hospedado y ahí vi a mi esposa y a mis gordos. Tuve la oportunidad de comerme media dona y darle un trago a una Coca Cola.


La única parte en donde se encuentra una subida de consideración es precisamente después de ese punto. Es un puente que tiene una inclinación considerable.



No recuerdo en que milla sería pero de repente comencé a ver muchas patrullas cortando circulación. Eso es común en los maratones grandes, pero en este caso era diferente. Los policias estaban mas atentos que de costumbre.

Llegamos cerca de una iglesia y vi un señor sentado en una silla de ruedas saludando a los corredores. A su lado había muchas personas vestidas de traje. Lo ví de lejos y dije ¡Que padre que ese señor nos esta apoyando! Mi sorpresa fue cuando pasé junto de él y me di cuenta quién era: El Ex Presidente George Bush padre. ¿Te cae? Me regresé y tomé esta fotografía aunque no me atreví a acercame mucho.


Escuche un agente del Servicio Secreto que me gritó ¡Go Sergio Go!. No sé si me estaba animando o de plano me estaba diciendo, ¡Circulando, circulando!. No me quedé para averiguarlo.

Algo pasó a eso de las 10 AM. Las nubes de disiparon y el sol comenzó a pegar de sopetón. ¡Madres!.

En la milla 23 hay una pequeña subida. Nada del otro mundo pero la verdad ya me molestaba el sol. Eso me alentó mucho.



Adelante me encontré un perro que me recordó mucho a mi gordo Lucas. La gente estaba apoyándonos animadamente y yo me estaba divirtiendo mucho.



En las dos últimas millas tenía mucho calor. No me sentía cansado pero si muy caliente, pero en el mal plan. Aún así me estaba entreteniendo con la gente y su apoyo.



Sentí al pacer de las 4:30 a mi espalda y pensé ¡Ay wey!. Nunca vi a que hora me pasó el pacer de las 4:15 pero no estaba dispuesto a que otro grupo me pasara así que me volví a aplicar.

Entrando al Downtown saqué mi bandera de México y me la colgué. Hubo una pancarta que decía "Beast Mode ON" y comencé a correr a un ritmo mas rápido.




Me dieron mi medalla, la del 40 aniversario y volví a entrar al centro de convenciones. Al entrar revisaban tu bib y supe para qué estaban tomando el peso de los carredores. Era para un estudio. A los que tenían el sticker los volvían a pesar justo después de terminar el maratón. Será interesante ver el resultado del estudio.


Pasé por mi bolsa a la paquetería. Afortunadamente llevaba bebida de proteinas que me reanimó. Lo único que me sorprendió fue que de comida solo me tocó un plátano, agua y una sandwich de helado de vainilla.

Recibí también una camiseta de finisher y un tarro de cerveza grabado con el logotipo del maratón.


Mi esposa no pudo entrar al centro de convenciones porque llevaba a mis gorditos. Me los encontré en el mismo lugar en donde un día antes estuve viendo los Marathon Olympic trials.







Este maratón se convirtió en uno de mis preferidos de Texas. Siento que los maratones de Dallas y Fort Worth cometieron un error en sacar las salidas y llegadas de los Downtowns.

Espero poder correrlo nuevamente el próximo año. La inscripción garantizada es para quienes hayan corrido al menos un maratón en menos de 4 horas. También se puede entrar por lotería u organización de caridad. Al menos en esta lotería no te cobran como en la de NY.

El apoyo de la gente y los voluntarios es excelente. Un hermoso maratón y le doy gracias a Dios haberme permitido vivirlo.

Esta es la historia de mi maratón #25.

La Marmota