martes, diciembre 27, 2011

2011 Aniversario XIV


Soy pésimo recordando fechas importantes. Inclusive sabes que he olvidado mi propio cumpleaños. Sin embargo, este día quiero agradecerte por este año que cumplimos: Nuestro Aniversario XIV. Ha sido el mas año mas feliz de mi vida gracias a tí. Esto es lo que te quiero decir...


El día

El día que deje de salir el sol
y la luna deje de alumbrar
y las estrellas dejen de brillar
ese día te dejaré de amar.

Cuando las flores pierdan su color
y no exista la palabra amor
y todo el mar se llegue a congelar
ese día te dejaré de amar.

El día que el eco no quiera repetirme
a gritos que te adoro
te dejaré de amar;
el día que el pájaro no cante en primavera
y la esperanza muera
te dejare de amar.

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Tu Pollo

lunes, diciembre 26, 2011

Dos retos: New Years Double Marathon


Mientras todos se recuperan de la festividades de Navidad y se preparan para la de año nuevo yo tengo en mente mi nuevo reto: Correr dos maratones el 31 de diciembre y el 1 de enero: Las carreras se llaman New Years Double, en Allen, Texas.

No encontré una manera mejor para agradecer a Dios y la vida todas las cosas que viví este año, sino haciendo algo que disfruto hacer, correr. Ya escribiré mi blog con el recuento de mi vida en el 2011.

Hace dos años pasé por un momento difícil de dudas y confusión. Terminé los últimos minutos del 2009 nadando en una alberca totalmente solo. Como si quisiera ahogar mis penas pero gracias a Dios todo eso quedó atrás.


Correr me cambió la vida, me reencontró con Dios, mi esposa y me ha permitido conocer a gente maravillosa que quiero mucho.

Hace unas semanas estuve preocupado porque comencé a tener un dolor en un músculo quadriceps. Paré de correr unos dias porque además del dolor, me agarró un catarro después de las dos mojadas en las carreras Dallas White Rock Marathon (Dic/4) y Maratón de Monterrey (Dec/11). De hecho tenía programado hacer dos carreras largas el sábado 17 y domingo 18 pero las tuve que cancelar porque las pasé en cama.


Estuve aplicando calor, electroterápia y ultrasonido y en unos días el músculo se regeneró. Ahora me siento feliz, con energía y ganas de que llegue el día de las carreras.

Agradezco a mi esposa que me vuelve apoyar en esta locura. Sé que se sintió triste porque no fuimos a México pero sabe que para mi esto es importante. Me da mucho gusto que va a participar en las dos carreras en distancias de 5Ks. A ella le dedico la carrera del 31 de diciembre.


A mis amigos , , , , , , y todas aquellas personas que me han demostrado su amistad les dedico la carrera del 1 de enero. Disfruten la fiesta de fin de año por mí. Tengan por seguro que los llevaré en mi corazón. Muchas gracias por permitirme leerlos diariamente. Son parte muy importante de mis dias. Me alegro con sus triunfos y logros y me entristezco con sus penas. A casi todos he tenido la fortuna de conocerlos personalmente exceptuando a Daf. Ojalá en el 2012 nos podamos conocer. Los quiero de todo corazón y deseo que el próximo año sea mucho mejor que este que termina. Mas allá de camisetas y grupos para mi son parte de mi vida, ¡La familia correlona!.

Sergio Garrido


Photos courtesy: New Years Double

jueves, diciembre 15, 2011

2011 Dallas White Rock Marathon


En la semana previa al maratón habíamos tenido un clima perfecto para correr. Estaba muy contento porque parecía que por fin me iba a sacar la maldición de carreras con mal clima. Las probabilidades de lluvia eran únicamente del 30%. En el transcurso de la semana comenzó a bajar la temperatura y las probabilidades subieron al 50%, luego al 80% y un día antes de la carrera al 90%. ¡Vale madres!.

El viernes fuí a recoger mi paquete a la Expo. Recogí mi número y chip sin problemas. También me dieron la clásica camiseta de algodón.

Visité los stands pero no vi nada que me interesara comprar. En el stand de New Years Double saludé a la Race Director Libby Jones. Me pude tomar una fotografía con los bibs con los que voy a correr los maratones del 31 de diciembre y 1 de enero.



El sábado mi esposa se despertó muy temprano para ir al desfile de Navidad del Children´s Medial Center en Dallas Downtown. Ella ayudó a jalar uno de los globos, el de Bob el Constructor.




Cuando desperté me fuí a la expo para alcanzar a mi amiga Claudia que venía con su esposo Mario y sus hijos para correr el maratón. Mi esposa nos alcanzó en la expo. Debido a que estaba comenzando a llover nos fuimos de la expo para comer en el lugar de siempre. Estabamos terminando de comer cuando recibí un mensaje de Claudia para avisarme que ellos iban a comer. Nos quedamos de ver en otro restaurant y estuvimos platicando muy a gusto. Claudia tiene el interés de correr el Ultramaratón de los Cañones en Guachochi el próximo año. ¡Si Dios quiere ahi nos veremos!.




Después de la cena me fuí a preparar mis cosas y me dormí. Toda la noche estuvo lloviendo con relámpagos. Me desperté varias veces. No me podía dormir. Pasé mala noche.


 Puse mi despertador para que sonara a las 4:45 AM pero me desperté a eso de las 4:15 AM. Me arreglé y salimos poco después de las 6 AM. Estabamos como a 6 oC y mucha humedad pero no llovía.

Pasamos por el White Rock Lake en camino al parque de la feria. La humedad estaba alta y había algo de neblina. Estabamos llegando al parque de la feria mas o menos a las 6:40 AM. Me bajé del auto en lo que mi esposa se estacionaba. Para no mojar mis tenis puse en operación el Dispositivo Mimetizador y Posicionador de los Tenis Secos del Profesor Chunga.


Para correr elegí utilizar lykras largas, camisa corta, mangas, chamarra ultraligera, gorra, guantes y buff. Arriba me puse la tradicional bolsa de basura. También decidí correr con mis tenis Brooks Cascadia 6. Escogí estos tenis porque tienen mejor tracción bajo lluvia.


No me dió tiempo de pasar a los baños portátiles. Las filas estaban algo largas. Me fuí directo a mi corral. Los corrales no fueron controlados. Vi gente mezcalada. Después del himno comenzó la carrera. El clima era un poco abajo del clima ideal para correr pero al menos no estaba lloviendo.


Tan pronto salimos del parque de la Feria comenzó a llover. ¡Me lleva la fregada!. La lluvia iba a venía. A veces en forma de una pequeña llovizna y otras como un aguacero. El agua estaba muy fría.

A eso de la milla 3 vi una zona con baños portátiles sin filas y dije "de aquí soy". Vi el primero, en rojo; el segundo, rojo; tercero, rojo; cuarto, verde. ¡Vamonos! Que lo abro y ¡Oh oh! Estaba ocupado por una corredora que comenzó a gritar. ¡Me lleva! Que pena. Afortunadamente se desocupó uno de los baños pude entrar. Ya no supe que pasó con la corredora. ¡Mil disculpas!. ¡No sean así ciérrenle!.


Tuve que quitarme los anteojos porque no veía nada. La lluvía nos pegaba de frente. Se suponía que los guantes que traía eran contra el agua. Valieron para una madre. Los apretaba y el agua se exprimía como si fuera una esponja.


A pesar que no traía lentes encontré a mi esposa en varios puntos. Llevaba mis hoyos de dona, unas cocacolas y varios gels. Su apoyo fue vital para poder terminar este maratón. Al antrar a la zona del lago el viento estuvo aún mas frío. Los pies los sentía congelados y temblaba mucho.


Al salir del lago comencé a sentir escalofríos. Pasamos en la milla 19 por el abastecimiento de Hooters pero debido a la lluvia las chicas iban vestidas con impermeables. ¡Que lástima!.

Pasé las Dolly Parton Hills concentrado y sin problemas. Ahi es donde siempre siempre me desinflo. El "sugar rush" de los hoyos de dona y la cocacola me ayudaron.
 

Por lo regular la milla 19 es el último punto en donde veo a mi esposa. Fue una grata sorpresa volverla a ver entre la milla 23 y 24 en donde necesitaba otro madrazo de azúcar.

Después de ver a mi esposa y ya glucosado me agarró mi quinto aire. Los últimos 5 kms son de bajada.



En la última milla aceleré un poco mas. Cuando entramos al parque de la feria volví a correr a todo lo que daba. Casi se me acaba el aire. Vi un corredor que iba sin camiseta. Le dije que no me imaginaba cómo le había hecho. En la recta final hice un sprint y otro corredor también aceleró su paso. Llegué muy contento, super mojado y helado.



Tan pronto llegué entramos a un edificio en donde estaban dando las medallas. Uno podía recoger su paquete con ropa seca y algunas cosas para comer. Para ser sinceros la comida estuvo sin mucho chiste. Solo agarré una bolsa de pretzels.


Esperé que mi esposa llegara a recogerme. Tuvo algunos problemas para encontrar estacionamiento. Por fortuna traía ropa seca y un Snuggie pero los familiares no podían entrar a la zona de corredores así que tuve que cambiarme afuera. Estaba casi hipotérmico y sin lentes casi no veía nada. Hasta se me olvidó recoger mi camiseta de Finisher. Cuando llegué al auto pusimos la calefacción y eso me ayudó.

Es la cuarta vez que corro este maratón y tiene un significado especial porque está fue mi primer carrera. Espero que el próximo año pueda correrlo con un mejor clima para la revancha. ¡Nos volveremos a ver! Ñaca, ñaca...


La Marmota


martes, diciembre 13, 2011

2011 Maratón de Monterrey


Una carrera inolvidable

Sin duda está carrera quedará grabada en un lugar muy especial de mis recuerdos. Me siento muy agradecido con Dios por haberme permitido vivir esta experiencia.

Debo confesar que llegué a Monterrey con la intensión de correr un maratón muy tranquilo. Sobretodo después de haber corrido el White Rock Marathon una semana antes. Aunque no era la primera vez que lo había hecho, y no tenía dudas de poder terminarlo, en la semana había tenido problemas con la garganta después de haber corrido bajo mucha lluvia y viento muy frío.


En realidad mi mayor deseo era encontrarme con mis amigos corredores de México. Amigos a los que ya tenía la fortuna en conocer personalmente, pero en especial conocer a mi amiga Nori. Me hacía mucha ilusión poder conocerla a ella y su esposo después de tanto tiempo de leernos en twitter.


Era la primera vez que iba a correr un maratón que no fuese un entrenamiento sin el apoyo local de mi esposa. Eso me hacía sentir un poco triste pero por fortuna me enteré que mi hermano iba a estar en Monterrey y me iba a poder apoyar.



El viaje de Dallas a Monterrey no tuvo ningún contratiempo. Mis nuevos amigos Claudia y Mario se ofrecieron amablemente a recogerme en el aeropuerto. Aunque a Claudia la conocía de las redes sociales, tuve el gusto de conocerla a ella, su esposo e hijos en su viaje a Dallas porque ambos participaron en el maratón. Hicieron el favor de llevarme a mi hotel para registrarme y luego a la expo a recoger mi paquete de corredor. ¡Mil gracias de corazón!.


Monterrey me recibió con frío y con una leve brisa que no se quitó durante todo el tiempo que estuve. Mi twitter-amiga-maratonista, Dafne me hacía burla porque sabe de mi mala suerte con el clima en mis carreras. A mi me daba mucha risa.


La expo es pequeña pero bien organizada. Pude recoger mi paquete en cuestión de minutos y dí una vuelta por los stands. Todos se portaron muy amables. Tuve la oportunidad de saludar a la Coach e IronMan Lili Figueroa, aunque por la prisa se me olvidó felicitarla personalmente porque ese día era su cumpleaños.


Después de la expo me fuí a la comida de Carbohidratos. Mi hermano me dejó ahí y se fué a hacer las cosas que tenía pendientes. En la comida me la pasé increíble. Por fin pude conocer personalmente a Nori aunque no tuvimos oportunidad de platicar ahí porque tenía otros compromisos y se tuvo que ir. Aunque no conocía a nadie mas me aceptaron y tuvimos una plática muy amena. Al final llegó Rick, mi amigo Queretano al que tenía también muchas ganas de conocer. El fué uno de los culpables que me animaron a correr este maratón después escuchar tantas buenas historias de esta carrera. Rick hizo favor de regresarme al hotel en donde encontré nuevamente a mi hermano.



En la noche mi hermano y yo nos fuimos a cenar nuevamente en el restaurant del hotel. Ahi llegó José Angel y estuvimos platicando un buen rato. Hasta que nos despedimos por ahí de las 10:30 PM. Organicé mis cosas y me dormí poco después de las 11 PM.



El día de la carrera desperté a las 5:00 AM. Tenía algo de sueño y todavía me quedé 10 minutos en la cama. Me vestí y tuve tiempo suficiente para desayunar. Salimos del hotel a las 6:30 AM.

El hotel en donde me quedé se llama Holiday Inn Parque Fundidora. Es el mas cercano a la salida y llegada del maratón. Hay otro llamado Antaris pero no tuve oportunidad de conocerlo.


Al salir del hotel me dí cuenta que seguía haciendo frío y la brisa no se quitaba. Llevaba una bolsa de basura para cubrirme. Abajo de eso una chamarra ultraligera, una camiseta de manga larga y mi camiseta de correr. En esta ocasión decidí correr con shorts en lugar de lykras largas.


Me dió tiempo de pasar a uno de los baños portátiles. Las filas no estaban largas y tardé muy poco. Me dió mucha risa ver como estaba una persona pegando calcomanías para diferenciar los de hombres y mujeres a esa hora. Pasé por donde los corredores dejaban sus bolsas de ropa seca para después de la carrera. La verdad no me imaginé como le hacían para identificar a quién le pertenecia cada bolsa. Todas eran diferentes y estaban apiladas en mesas.

Llegué al área de corrales a las 6:55 AM. Estaban llenísimos y me fuí metiendo entre un espacio que encontré. A diferencia del Maratón Internacional de la Ciudad de México la salida es mixta de hombres y mujeres. Me preocupé un poco por las compañeras porque la raza puede ser manchada, pero no sentí empujones.


Los corrales estaban todos desorganizados, los pacers de 4 horas estaban adelante de los de 3 horas. Era un verdadero desmadre organizado. Algo que no escuché fue el Himno Nacional. Creo que alguien dijo unas palabras pero la verdad no escuché muy bien.


Tampoco escuché la salida, solo comenzamos a avanzar. Tan pronto crucé la línea de salida me quité la bolsa de basura y la dejé a un lado. Seguí avanzando y vi a alguien conocida ¡Era Luz!. Ultramaratonista, barefoot runner y con mucho orgullo puedo decir, mi amiga. Me dió un gusto inmenso. Era dificil no verla. Iba corriendo su cuarto maratón descalza apoyando a la asociación Con Ganas de Vivir y llevaba cargando una gran pancarta explicando las razones. Me acerqué de su lado izquierdo, la saludé y le dije "Aquí voy contigo Luz". Ella contesto, "'¡Que bueno!¨".



Las primeras millas antes de salir del Parque Fundidora ibamos en un pelotón compacto. Nuestra velocidad era muy cómoda, arriba de 10 min/milla. Inmediatamente pensé que iba a poder acompañarla un buen tramo del camino, hasta donde pudiera.



Después de 5 kms se comenzó a abrir el pelotón e inmediatamente sentí como aceleró Luz. La milla 4 nos fuimos a 9 min/milla y la 5 a 8.34 min/milla. Mi ritmo cardiaco se incrementó de inmediato. Pensé que no iba a poder aguantar ese paso por mucho tiempo e iba a tener que dejar adelantarse a Luz. Sentí mucho calor y me quité la camiseta de manga larga, los guantes y la gorra. Me quedé únicamente con mi camisa de correr de manga corta y la chamarra ultraligera. Ah claro, y los shorts.


Estaba a punto de decirle a Luz se adelantara cuando paso uno de los muchos momentos mágicos. Se acercó un corredor y le dijo a ella: "¿Oye, con todo respeto, por qué corres descalza?". Luz de inmediato le explicó mientras seguiamos al mismo ritmo de carrera. Sus palabras me hicieron reflexionar que para ella el maratón que estabamos corriendo no era para hacer marcas personales, ni la medalla, ni la camiseta de finisher, ni las fotos, era para inspirar a otros a ayudar.


 En ese momento me acordé de la pancarta que iba cargando y me ofrecí a ayudarle a cargarla. Me dijo, "pero pesa mucho". Le dije "no le hace" y me la paso. ¡Ay wey! ¡Si que pesaba!. Al menos 5 kilos. A partir de ese momento hicimos un equipo muy padre cargando la pancarta en turnos mientras corriamos.



 A lo largo del camino ibamos pasando gente y eso me animaba. Escuchaba todas las expresiones de otros corredores y expectadores: Algunas de asombro, otras de admiración y alguna que otra de desaprobación. Luz siempre con una sonrisa y apoyando a los corredores con gritos de "¡Animoooo!" cuando veía que un corredor tenía problemas.


Las primeras 15 millas son prácticamente de subida. Esta parte es demandante. Algo que me ayudó y me dió una grata sorpresa fue encontrar que en las mesas de abastecimiento daban agua, powerade y ¡Cocacola!. Daban agua en bolsas cerradas. En el primer puesto de abastecimiendo agarré dos y una de las bolsas me la guardé en la chamarra. En cada puesto lo iba alternando entre agua-cocacola y powerade-cocacola. Es irónico, dejé de tomar refrescos por correr y ahora corro y solo ahí tomo refresco. Es algo que aprendí en las carreras ultras: Los madrazos de azucar de la Cocacola levantan a un muerto.


Debido a la lluvia tuve que quitarme mis lentes. Sin ellos no veo casi nada ya que mi graduación es muy fuerte. A pesar de ello en la ruta pensé ver a alguien conocida, ¡Era Nori!. Pasé muy rápido y otro poco no la reconozco. Estaba cubierta por un poncho esperando a una amiga, nueva maratonista, para acompañarla hasta la meta. Dudé  por unos segundos que fuera ella pero de cualquier forma le grité pero ya no ví si era ella o siquiera me hubiera escuchado. Después me enteré que sí era ella y que también me había escuchado.


A eso de la milla 22 comencé a sentir un músculo algo tenso, de esas veces que sientes que está cerca una contractura. No quise alarmar a Luz, para esto llevaba Salt caps pero ya habíamos pasado un puesto de abastecimiento y no tenía agua para tomarmelas. Me puse dos capsulas en la lengua y traté de tragarlas pero no pude, en eso me acordé de la bolsa de agua que había guardado en mi chamarra. ¡Esa fué mi salvación!.


En ningún momento había visto el reloj para ver la hora. Únicamente consultaba la distancia avanzada en milllas. En algún momento alcanzamos a un pacer, pero no alcanzaba a ver de cuánto tiempo. Tuve que preguntar y me dijeron que era el de las 4:15 horas. Un tiempo estuvimos corriendo con ese pelotón porque no había forma de pasarlos.


De repente comenzamos a separarnos del grupo hasta que llegamos a la zona de adoquin. Ahi vi como Luz sufrió mucho mas por ser una superficie muy dura. Pasamos por un paso a desnivel y nos subimos a correr en una banqueta que estaba super resbalosa. Yo con mis tenis me resbalaba, Luz aún mas al correr descalza. A la salida de ese paso a desnivel había una subida en la que Luz batalló en subir pero por fortuna un corredor, que después supe que era Lobo de Total Running, la agarró del brazo y le ayudó a subir. Yo tenía la pancarta.


Entramos a Fundidora y fué la primera vez que ví mi reloj para consultar el tiempo: eran 24.5 millas y eran 3:51 horas. ¡No mameyes!. Hice cuentas y pensé que tenia una gran oportunidad de romper mi marca personal y comencé a correr a un pace de 8.53 min/milla y luego 8:38 min/milla. Ibamos animando a todos los corredores. Luz me dijo que me adelantara. No lo hice. Mi respuesta fué que habiamos iniciado esa aventura juntos y la terminaríamos así, ¡JUNTOS!. Faltando unos 600 metros algo me pasó, tuve un bajón muy fuerte, estaba muy cansado de las dos últimas millas ya que mi ritmo cardiaco estaba muy acelerado. La verdad ya no podía. Le dije a Luz que se adelantara e hizo aquello que JAMÁS OLVIDARÉ, no me dijo nada, me alcanzó de la mano y me jaló. Cuando entramos a la recta final me pidió que le ayudara a extender la pancarta. Mientras ella sonreía y saludaba a todos yo agarraba también la pancarta de Con Ganas de Vivir. Fué un momento muy especial y de mucho honor. ¡Lo habíamos logrado juntos y en un tiempo que ni en sueños había planeado!.


Al cruzar la meta nos felicitamos y recibimos nuestras medallas. Fué un momento muy emotivo y me puse a llorar. Ella se quedó en silencio a mi lado.



Como ambos habíamos planeado hacer mucho mas tiempo. El hermano de Luz y mi hermano no estaban en la meta. Se quedaron esperándonos en el recorrido. Tuvimos que esperar un rato a que nos recogieran. Ahi encontramos a Rick con su esposa y su bebita. Luego llegaron otros corredores amigos. Hacía mucho frío.




Por fin llegaron a recoger a Luz y nos despedimos pero quedamos que luego nos veríamos para comer. Yo me fuí al hotel y vi a mi hermano en el camino. Me urgía un baño caliente. Desgracidamente, como suele suceder en los hoteles sede, cuando llegué el agua estaba fría por todos los corredores que se había bañado antes que yo. Ni modo. De cualquier forma quedé limpio y pude ponerme ropa seca.

 

En la tarde nos reunimos nuevamente para comer, nos la pasamos muy padre recordando todos los detalles de la carrera. Nos despedimos. Luz: Gracias por permitirme vivir esta gran experiencia contigo. Ojalá pronto volvamos a compartir mas kilómetros de pura felicidad. ¡De todo corazón Gracias!. ¡Te admiro y te quiero amiga!




Las emociones del día todavía no terminaban. En la tarde me quedé de ver con mi amiga Nori y su esposo Alex. Me hicieron el favor de recoger en mi hotel para invitarme a cenar. Fué una cena muy amena. No había tenido la oportunidad de platicar con Nori hasta ese momento y pude conocer a su esposo Alex. Son una familia muy bonita. Me hicieron sentir muy bien. Ella es una persona que quiero mucho. Se me pasó el tiempo muy rápido de lo bien que me la pasé. Su esposo es todo un caballero.


En la noche terminé muy cansado por lleno de felicidad. No quería dormirme recordando todo lo que había vivido ese día.


Al día siguiente desperté muy temprano y me despedí de Monterrey en una mañana fría y lluviosa, pero con una gran sonrisa, grandes recuerdos y la promesa que regresaré.



La Marmota