martes, mayo 17, 2011

Con las pilas bajas

Así me he sentido los últimos días. No he tenido ganas de comenzar mi entrenamiento formal para Guachochi. La verdad me he sentido solo. Nunca he tenido un "runner partner" y de hecho disfruto correr así. Desde mi primer carrera hasta ahora he entrenado absolutamente solo. Las carreras largas para prepararme a un maratón son realmente una prueba mental porque tengo que concentrarme durante mas de 3 horas. A pesar de eso me distraigo viendo gente en el White Rock Lake.

En ese lago hay muchos corredores y ciclistas, y los paisajes son muy bonitos. Si me llegara a sentir mal no tengo mas que hacer una llamada telefónica para pedir auxilio. Gracias a Dios no me ha pasado nada hasta ahora, aunque yo si he tenido que hablar para pedir asistencia a algún corredor or ciclista en problemas. En cierta forma me siento cubierto.

No puedo seguir entrenando ahí porque no deja de ser camino pavimentado aunque sea alrededor del lago.

El entrenamiento que voy a iniciar es diferente porque tendré que meterme a trails en donde hay poca gente. Necesito aprender a ser completamente autosuficiente. No he podido encontrar a otro corredor loco o loca para poder entrenar juntos. Me da un poco de ansiedad pensar que sucedería si me pasara algo estando solo en medio de un trail. Este el primer miedo que tengo que vencer pero antes necesito un descanso y lo necesito ya.

Regresando espero tener las energías suficientes para afrontar este reto y todos los que se me presenten. No pienso llevar tenis para no tener la tentación de comenzar a correr. Quiero relajarme y descansar mi cuerpo.

Mientras tanto... tic tac tic tac... Solo falta un día para las vacaciones! Ajúa.

Anuncios parroquiales

Lucas y Frida cumplieron 6 años. Desgraciadamente no se van a poder ir con nosotros en esta ocasión porque no los dejan entrar a los hotel además que no vamos a estar mucho tiempo fuera. Su próximo viaje va a ser a México en Agosto.

Estoy triste porque el sábado encontramos al gato Silvestre atropellado y muerto cerca de la casa. No se si así se llamaba pero yo así le decía. Era un gato desgraciado con los pajaritos pero aún así no debió morir de esa forma. Pobrecito.

En mi trabajo me dieron hoy un premio que no me esperaba por haber terminado un proyecto muy importante para un cliente. Solo se dieron 5 premios en toda la compañía y yo fuí uno de ellos. Me siento muy orgulloso.

Nuestra licencia de padres adoptivos está a punto de ser aprobada. Eso no quiere decir que inmediatamente vamos a tener las niñas en adopción. Primero será encontrarlas y que la agencia de gobierno analice si somos los candidatos ideales para adoptarlas. Nuestra idea es adoptar dos niñas, de preferencia hermanas, entre 3 y 7 años. No sé cuanto tiempo tardará pero sigo emocionado.

La Marmota

jueves, mayo 12, 2011

La mano peluda

No es lo que se imaginan. A mí eso de los fantasmas y extraterrestres me da risa. No es que dude que haya vida en otros planetas pero las historias que cuentan están muy jaladas de los pelos. Simplemente me dan risa.

Las historias de fantasmas tampoco me quitan el sueño. No pasan de algo que le pasó al primo de un amigo, que tenía un sobrino que le pasó. Los programas de casa fantasmas que pasan hasta en el Discovery Channel me dan una flojera infinita. En lo personal no me da miedo la oscuridad. Solo a darme un madrazo con una puerta por wey como me pasó a principios de año por la simple flojera de no prender la luz.

La Pato Aventura que les voy a contar no le paso al primo de un nieto, ni le paso a un amigo. Me pasó a mí. Estoy seguro que debe haber una explicación científica o tal vez fué un mal sueño pero aún así fue extremadamente real.

Resulta que en mi epoca de escolapio universitario decidí independizarme y busqué un lugar a donde vivir. Resultó que los abuelitos de mi novia, ahora esposa, estaban buscando rentar una recámara. A mi me convenía porque iba a vivir mucho mas cerca de mi novia sin tener que hacer la travesía diaria y el precio no era nada caro. A ellos les serviría porque vivían solos y ya estaban muy grandes así que en caso de alguna emergencia estaría yo para avisar a los familiares.

El único incoveniente era que llevaban un horario muy particular. A eso de las 7 PM ya estaban dormidos y a las 4:30 o 5:00 AM ya estaban de pie. Los primeros dias tuve algunos problemas para acostumbrarme pero ya después estuvo bien.

Uno de los primeros fines de semana en los que apenas estaba saliendo el sol. Desperté porque escuché que estaban abriendo la puerta de mi recámara. Entreabrí los ojos para ver quién era y vi que entraba una mujer delgada, bajita vistiendo algo azul arriba, pero no le vi la cara. Lo primero que pensé fué que era mi novia y pensé "¿Tan temprano? ¡No la chingues! Me voy a hacer el dormido para que me deje otro rato". Sentí que esa persona se acercó al lado de mi cama y se sentó junto a mí. No, no estaba soñando. La cama se hundió justo en donde estaba sentada la persona y mi cuerpo se hizo para ese lado. No tenía miedo. En ese momento sentí como esa persona se recostó sobre mi pecho y pensé - "¡Si entran tus abuelitos se van a encabronar!" - ya me iba a mover para abrazarla cuando siento que todo el peso se viene a mi pecho y algo evita que mueva las manos y las piernas. No podía abrir los ojos ni gritar. Así pasaron unos segundos hasta que pude liberarme y al abrir lo ojos, ¡Madres!, no había nadie. Ni siquiera se habían levantado los abuelitos de mi novia. ¡No la chifles que es cantada!

Le conté a mi novia lo que me había pasado y sin ponerse de acuerdo preguntó a otras dos personas que me contaran su historia. Una de ellas me describió a la misma persona vestida de azul bajando por las escaleras.

Todos coincidían que era la descripción de la bisabuela de mi esposa que siempre vestía un rebozo azul. Había vivido en esa casa. Ella era delgada y bajita. Lo misterioso del asunto es que solo la habíamos visto gente ajena. La esposa de uno de los Tios de mi esposa y otra persona que no recuerdo. Nadie me había platicado de esa historia antes de llegar a vivir ahi y nunca mas tuve ningún otro incidente.

Todavía a la fecha no sé lo que pasó. Para ser un sueño fué muy real lo que sentí. Un sueño no hace que se hunda la cama.

Esta es mi pato aventura.

La Marmota

Foto: Elenac - Flickr Creative Commons License

martes, mayo 03, 2011

2011 OKC Memorial Marathon

Todo comenzó con un día como cualquier otro...

Pero ese 19 de abril de 1995 la vida se interrumpió para 168 personas, incluyendo 19 pequeños que murieron a consecuencia del mayor ataque terrorista en los Estados Unidos antes del 11 de septiembre.

Este maratón se organiza para honrar la memoria de las personas que murieron ese día.

El sábado me desperté a las 6 AM con la idea de salir lo mas pronto posible y evitar el tráfico de la carretera. Para mi sorpresa estabamos saliendo poco después de las 7 AM rumbo a Oklahoma City. Oklahoma es el estado que sigue al norte de Texas. El camino estuvo bien y no encontramos nada de tráfico. La división de los estados está marcada por un río conocido como el "Red River". Al cruzar un puente uno llega al estado de Oklahoma, pero todavía hay que manejar un rato mas hasta llegar a la capital, Oklahoma City. Lo primero que uno se encuentra saliendo de Texas es un gran casino. En Texas no están permitidas las apuestas y mucha gente viaja ahí o Lousiana para perder su dinero. Lo simpático es que en sentido contrario, saliendo de Oklahoma y entrando a Texas lo primero que hay es una MEGA tienda de películas XXX. Se manchan.

El camino estuvo bien. Había algunas zonas en construcción y que reducían a un solo carril, pero al no haber tráfico llegamos antes de la hora que esperaba. Estabamos en la puerta de nuestro hotel a las 10:30 AM. El único incoveniente fué Lucas. El pobre se venía descomponiendo en el camino y nos perfumó todo el trayecto. Se mancha.

Al llegar mi esposa me comentó "que bueno que ya llegamos, no estuvo muy lejos". ¡Así hasta yo!, mi copiloto se durmió casí todo el camino. Se mancha.

Cuando llegamos al hotel todavía estaban limpiando las habitaciones y tuvimos que ir a recoger mi paquete de corredor, pero así estuvo mejor. En la expo no había muchas personas y pude recoger mi número en menos de 5 minutos. El paquete no fué nada expectacular: Número, chip y una camiseta conmemorativa de algodón. No espero que me regalen muchas cosas pero al menos hubiera sido una camiseta técnica.

No me entretuve mucho en la expo porque mi esposa se había quedado en el auto cuidando a Lucas y Frida. Regresamos al hotel y afortunadamente ya tenían una habitación disponible.

De ahí nos fuimos a comer, siempre tengo el mismo ritual, voy a comer a Olive Garden o Macaroni Grill. Ambos son restaurantes de cadena que puedo encontrar casi en cualquier lugar. Ya sé lo que voy a pedir y no experimento mucho antes de una carrera.

Después de comer nos fuimos al sitio en donde fué el ataque terrorista que ahora es un espacio escultórico y museo. Lo que mas me impresionó fue escuchar la grabación original de una presentación que se estaba dando en el momento exacto que ocurrió el bombazo. Me hizo un nudo en la garganta pensar en los bebés que murieron mientras estaban en una guardería. ¿Ellos que culpa tenían de las estupideces de los adultos?. El testigo mudo de los hechos es un árbol que sobrevivió a la explosión. El mismo que aparece en la medalla.

Oklahoma City Memorial

Arbol que sobrevió a la explosión

Al salir del museo nos fuimos a descansar. La carrera estaba programada para iniciar a las 6:30 AM aunque hubo gente que pudo iniciarla de haber querido, a las 4:30 AM. Antes de dormir me comí unas rebanadas de pizza que encargamos. Esto también es parte de mi ritual. Estaba confiado que iba a haber un clima excelente para correr. En la semana los pronósticos eran de temperaturas entre 6 oC a 11 oC con 30% probabilidades de lluvia. Esa mañana el porcentaje subió a 50% y para la noche antes de dormir era de 60%. ¡No puede ser!

Hice dos elecciones buenas y dos malas en la ropa que usé para la carrera y marcaron la diferencia: Las malas 1) Se me ocurrió usar mis lentes de sol, ¿cuál pinche sol?. Es una costumbre que tengo que quitarme. Ahi verán a un tipo, yo, en plena oscuridad de mucho lente oscuro. La verdad es que sin ellos no veo nada. Tienen mi aumento y sin lentes estoy mas ciego que un topo. Además, tienen un tratamiento que hace que vea las cosas mas brillantes inclusive en oscuridad. y 2) Usar una camiseta PATAGONIA especial para correr en clima cálido. Una igual pienso usar para el Ultramaratón de los cañones, pero aquí ¿Cuál pinche calor?. Las buenas: 1) Usé unos shorts PATAGONIA Ultra. Por mucho son los mejores que he usado. y 2) A última hora decidí ponerme una chamarra ultraligera impermeable.

De mucho lente oscuro, ¡Chale!

Tan pronto salimos del hotel ya estaba lloviendo y hacía viento frío. Me puse una bolsa de plástico gruesa de basura para cubrirme. El tráfico estaba pesado, me bajé del auto lo más cerca que pude y comencé a caminar en medio de la lluvia mientras mi esposa buscaba estacionarse.

Unas cuadras antes de llegar venían varios corredores en sentido contrario diciendo: "La carrera se pospone media hora". Encontré la entrada de un edificio y me pegué a la puerta para cubrirme de la lluvia. Un grupo de corredoras llegaron al mismo lugar, una de ellas comenzó a invadir mi espacio de comfort. ¡Hágase ´pa alla, que no ve que el niño está dormido!.

Afortunadamente mi esposa llegó con mi chamarra. Lucas y Frida venían en su carreola que fué cubierta también con una bolsa para que no les entrara el agua.

Pobrecitos

Llegó la hora de acercame a la salida. Me encontré una fila de baños casi vacía. La espera fue de menos de 5 minutos. Estuve buscando en dónde estaba la paquetería. Aunque seguía lloviendo estaba cuidando de no pisar charcos grandes cuando de repente ¡Madres!, mi pié se metió en un charco que cubrió todo el tenis.

Encontré sin problemas mi corral. Para ese entonces ya había parado de llover. El inicio de la carrera y las primeras 18 millas estuvieron increíbles. A excepción de una parada obligatoria antes de la milla 2. Ahí perdí como 5 minutos. ¡Madres!

Todos mojados pero listos



Antes de salir

Después de la milla 18 comenzaron nuevamente los relámpagos y la lluvia. Esta fué la parte mas difícil del camino porque es una pendiente prolongada de la milla 21.5 a la 24. Ahi si las sufrí porque fueron bajo la lluvia. Ahora que recuerdo, para subirla estuve moviendo exageradamente los brazos para darme mas impulso, cosa que me los dejó adoloridos hasta el siguiente día.

La salida

Algo que me llamó la atención fué el entusiasmo de los voluntarios. Nunca nos dejaron solos ni desatendieron los puestos de abastecimiento, cruceros y tiendas de primeros auxilios. Siempre estuvieron con una sonrisa. Se ve que la que comunidad apoya al 100 esta carrera. Los conductores se mostraron amables sin hechar pestes por los cortes de circulación.

En los últimos 5 km me sentí miserable. Cuando por fin decidí que era momento de terminar con la carrera siento que de arriba de me enviaron un mensaje. En mis últimas carreras me estuve quejando del calor y alta humedad. ¡Me enojaba por mi mala suerte!. La última milla es de bajada. Sentí una pequeña contractura pero paso en unos segundos. De repente comenzó a llover y granizar. ¡Me entró un ataque de risa!. Crucé la meta sientiéndome la persona mas feliz del mundo. Nunca me había pasado correr bajo el granizo.


Llegando a la meta

Al llegar me hidraté inmediatamente y en una tienda había un buffete de carbohidratos, lo mejor que he visto en cualquier maratón. Para coronar el evento, uno de los organizadores fueron las hamburguesas Carl´s que estaba ofreciendo a los corredores que llegaban una de ellas. ¡Ha sido la hamburguesa mas rica que he comido en mi vida!. No debió haber tenido nada de especial, pero comer una hamburguesa inmediatamente después de haber corrido 42 km hizo que mi cuerpo, hasta el último poro de mí se sintiera feliz. No tuve necesidad de comer otra.


Mapa de altimetría

El orgasmo alimenticio me duró muy poco. Solo pude recoger mi camiseta de finisher y recoger el paquete que había dejado encargado. Ya no me pude mover. El viento estaba helado y estaba perdiendo temperatura corporal muy rápido. Comencé a temblar sin control. Me puse la camiseta de finisher para guardar algo de temperatura, pero toda mi ropa estaba mojada. Llegué a una tienda en donde daban los resultados. Quería hacer una llamada para ver en donde estaba mi esposa pero mis dedos estaban entumidos y no podía ni desbloquear el teléfono. Estaba hipotérmico y a punto de desmayarme. Como pude marqué a mi esposa. Afortunamente encontró un lugar cercano a donde pudo alcanzarme. Seguía lloviendo. Paso a pasito y temblando llegamos al auto. Me pude cambiar de ropa y con el calor del aire acondicionado recobré un poco de energía.

De regreso paramos a comprar algo de comida y me dormí como 1 hora. Mi esposa estaba muy cansada también y tuve que manejar el resto de camino. Nos tocó ver un accidente muy feo que había pasado unos segundos antes que llegaramos al punto. Todavía no llegaban los paramédicos y pudimos salir de la bola. Afortunadamente no se veían heridos pero los autos estaban atravesados en casi todos los carriles de la autopista. Gracias a Dios llegamos bien aunque muy cansados.

Recorrido

Definitivamente este va a ser un maratón para recordar. Estoy seguro que el próximo año estaré ahí nuevamente. Me la debe.



Mi llegada

La Marmota


Video oficial